Algo que hace sentir escalofrío e incertidumbre es el hecho de presentar esa insatisfacción por la carrera que estamos cursando.
Este pensamiento puede darse por varios motivos:
1. Mis padres intervinieron en la elección de la carrera y la universidad. (siempre hay un culpable)
2. Hubo falta de información por parte de las instituciones y otras fuentes.
3. Pues tuve falta de interés al realizar mi elección.
4. Mis motivos fueron equivocados: sugerencias de amigos, por seguir con el mejor amigo (a) o el novio (a).
5. El plan de estudios me parece desactualizado.
6. Los docentes que imparten las clases no son “buenos”.
7. El ambiente en mi grupo no da para más.
8. El nivel o “status” de mi universidad en relación con otras.
9. Falta de vinculación y extensión universitaria: bolsa de trabajo, convenios para realizar servicio social, visitas (salidas a sitios o lugares con relación a la carrera), falta de reconocimientos y actividades.
Todas las razones anteriores llevan al estudiante a no querer ir más a clases, incluso algunos expresan ya no querer ver a nadie ni nada que les recuerde esa época en esa universidad.
La mayor frustración se da al pensar en tener que elegir una nueva carrera o una nueva universidad y el temor a tomar de nuevo una mala decisión. Y bueno en muchas ocasiones pesa mucho la inversión que hay que hacer de nuevo, tanto en $$$$$ como en tiempo.
Escribo esto porque ahora una persona muy cercana a mi está pasando por esta situación. Afortunadamente (creo) yo nunca he experimentado esa sensación-temor de dudar sobre la carrera que estoy estudiando, pero ahora lo veo en él y eso me recordó a mis excompañeros de carrera que fueron “simplemente” retirándose por varios motivos.
Me equivoqué de carrera…y ¿Ahora qué hago?
Sin duda es una decisión muy difícil y variante, ya que está sujeta al tiempo que ya se ha cursado en esa carrera, no es lo mismo apenas ir en primer semestre que estar a uno de terminarla.
Pues estos serían algunos consejos primarios:
1. Si se está en curso actualmente, pues no queda de otra que seguir (mientras).
2. A la par de lo anterior ahora si, tomarse el interés de investigar otras posibles opciones.
3. En caso de que los padres influyan demasiado, pues no queda más que ser sinceros (pero es aconsejable que lo digamos una vez que ya tenemos otra “opción” y tomemos la decisión).
4. Puede que haya quienes necesiten “un tiempo” (pero solo un tiempo OK???) para reflexionar y volver a encausar su visa profesional.
5. Quizá es oportunidad de tomar un curso de interés que despierte nuestras habilidades y deseos de estudiar tal o cual carrera.
Creo que este tema nos dará para más entradas…
Publicar un comentario
¿Quieres opinar?