CUANDO LA CONFIANZA SE ROMPE...

Si existe algo delicado en la vida eso se llama “confianza”, algo que es difícil dar, recibir y compartir, pero muy, pero muuuuyyy fácil de perder.

Este sentimiento se ve amedrentado por el descuido de los involucrados; es decir, no necesariamente al hacer algo “incorrecto” realmente, pero la responsabilidad está en haber permitido que se creara ese vacío y esas dudas.

Esto sucede cuando nos sentimos seguros de la confianza de otra persona y la descuidamos, dejamos que terceras personas intenten dañar esa bonita relación construida con esfuerzo y tiempo, y algunas veces esas personas malintencionadas logran su objetivo. La mayoría de ellas utilizan máscaras para parecer que lo que hacen es algo bueno.

Al referirnos a la relación entre compañeros de un grupo, es difícil que todos sus integrantes se lleven bien, pero si hay quienes logran una excelente relación durante más de 4 años de estar juntos compartiendo experiencias.

Lo principal sería proteger esa complicidad, ese grupo, tenerlo en primer lugar antes que cualquier cosa o cualquier persona de la universidad; es decir:

Mi grupo está antes que cualquier profesor(a), puesto que nosotros estamos juntos todos los días y ellos (los profesores) solo pasan algunas horas con nosotros.

Es triste cuando existe una buena relación entre compañeros y surgen conflictos motivados por un tercero (ajeno al grupo) que rompe esa armonía y crea muchas dudas al grado de afectar la confianza que a lo largo de los años se había forjado.

Siempre habrá personas que quieran hacer conflicto y separar a un grupo unido, pero sin duda no lo lograrían si cada miembro de ese equipo no lo permitiera.

Eso es triste…